Homenajes A Emilio El Moro

 «Para don Emilio Jiménez, Emilio el Moro,
que me alegró las colas de la leche americana y el cartón de pobre.
 ¡A su salud!».

Carlos Cano dedica unas palabras
 a Emilio El Moro

Carlos Cano canta Las Murgas 
de Emilio El Moro

Homenaje de Antonio Burgos: Romance para Emilio El Moro
Jamala, Jamala, Emilio, moro de la morería.
Jamala, jamala, dicen los camellos de Melilla,
los transistores de Ceuta y el < ferry > que va a Algeciras con esos moros que huelen como tú sabes que olían.
Jamala, jamala, Emilio, te ruego que me permitas, que te cambie por romance el ritmo de esta casida legionaria de Dar Riffien, como tú te merecías, porque me dicen que has muerto y que no has muerto de risa.
Igual que en aquellos años tú a Manolete cogías,y campanas de Linares en filetes convertías,que le cantaste a las hambres que suben de Andalucía;
igual que en aquellos años, ay, noches de nevería, permite que a tu manera esté mi casida escrita, que el día que tu naciste, grandes señales había,que la mar estaba en calma, ni un carabinero había, pasaron de contrabando todo el Chester que querían.
Moro que en tal signo nace debe alegrarnos la vida, con su chilaba de pega, con fez de guardarropía y con la mueca del hambre disfrazada de sonrisa.
Cuentan que fue en Alicante, que estabas en la cocina, que encendiste un cigarrito y que, como el gas salía,aquello dio una explosión más grande que en Hiroshima.
Tú me perdonas, Emilio, que me lees desde arriba comiendo pinchos morunos y cantando por Farina; tú me perdonas que cuente tu muerte, porque ella misma es la mejor de las letras que tú escribiste en tu vida.
La muerte de Emilio el Moro a Emilio se parecía, que nunca salió la muerte, niño, tan favorecida, una muerte de Piyayo que puede mover a risa: lo caro que está el tabaco, que a ti te costó la vida.
Jamala, jamala, Emilio, moro de la morería, ay, el recuerdo en la radio      que siempre estaba encendida, que nunca un moro en Andorra cantó como tú lo hacías, con la ovejita lucera, ay, relicario de risas, que la placa que pidieras, Radio Andorra la ponía en homenaje a tu novia o en recuerdo de tu prima, ahora escucharán ustedes para un señor de Galicia y en versión de Emilio el Moro la < Novena Sinfonía >.
A todo cambiaste letras, a todo lo que podías... casi, casi el < Cara al Sol > metiste por alegrías, que tú eras < underground > como los < progres > dirían, y para más suerte tuya, ni tú mismo lo sabías. porque salían cantando primero Rafael Farina o la Niña de los Peines, que peines sí, pero ¿niña?.
Por lo mismo que lloraban aquellos grandes artistas, que si la madre y la cárcel, el hospital y la vía, era por las mismas cosas, que tú reír nos hacías, que la vía era del tren y el ferrocarril venía cargado
de chuletones, de jamón y ensaladilla.
Jamala, jamala, Emilio, adiós, coplas de sonrisa... Ay, Moro, cuando imitabas la voz de Antonio Molina, macetero que llegaba y que el tío no se iba... ¿Tú no ves, Emilio, como sin que yo mismo lo diga nos enseñaste a ver el mundo con tu pupila?
Verás cómo un día de estos en < El País > te dedican un estudio tan profundo que hay que tomar aspirinas.
Fuiste grande entre los grandes, espejo de humor y cima. Cómo has muerto, no lo sé; te digo lo que decía, nunca te salió una copla tan redonda y tan divina, que está tu muerte ha tenido la estética que tenías, un esperpento de España que Valle lo firmaría, chafarrinón de tragedia: tú, de hoguera alicantina.
Por eso, jamala, jamala, permíteme que te diga que el día que tú has muerto, grandes señales había. sin que nadie la encendiera la radio estaba encendida y sonaba en radio Andorra la placa que te dedica esa España que cantaste, el hambre con alegría, el sueño de tu chilaba, la libertad de tu risa.
Y bala en la placa, Emilio, la historia de una ovejita que cambió por tres filetes su collar de campanillas, como yo cambie en romance, ay, Emilio, tu casida, que cantan los pies de un moro que va de Francia a Algeciras.



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Emilio el moro de J Arroyo
Filósofo de la risa y malabarista de la copla, emilio Jiménez (emilio el moro), con su desconcertante ironía plena de humanidad, se apodera de la voluntad de los espectadores, sometiéndolos al hechizo de su gracia fina y cálida.
Poderoso elemento comercial dentro de los grandes espectáculos folklóricos, su nombre es garantía de un magnetismo fabuloso hacia las taquillas.
Su ardiente temperamento meridional imprime a su carácter una sencilla campechanía, que es el imán portentoso con el cual se apodera de las masas enfervorizadas por su arte de maravilloso mimo.
Es tal la personalidad artística de este «fenómeno» del salero, que ya su nombre, en España, es una verdadera institución. No es preciso pronunciar el sobrenombre el moro para que todo el mundo «flamenquista» sepa quién es emilio. Cuando un artista llega a este punto de popularidad en su carrera es que ha marcado ya el signo que le conduce hacia la historia del teatro español y costumbrista, como gloria definida dentro de su estilo.
Emilio el moro, como hombre particular, es el compendio de la sencillez, y éste es uno de los soportes de su enorme popularidad, dentro y fuera de España.
Cositas de los moro:
Nadie mejor para bordar canciones
llenas de gracia y picardía,
que aquel que sabe y puede,
con la sal de Andalucía,
dar un jipío con arte y valentía,
o decir berreando lo que quiere.
en sus manos la guitarra
es chicharra o es tesoro,
porque heredó de los moros
la gracia y la fantasía
de oriental algarabía,
con su barullo y aquel,
que igual baila con los pies,
un baile por bulerías
con la guitarra al revés.
con su traje bien cortao;
su fez y su voz de oro;
el mundo se ha conquistao


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  Juan M. Ruiz López: Poesía Homenaje  -- A EMILIO "EL MORO" --

He aquí un personaje
de esos que hacen historia,
que portaba por equipaje
grandes momentos de gloria
mucho arte y mucho "aje".

Fue alguien sin igual,
cantaba, tocaba y bailaba
cualquier pieza musical,
y cada tema interpreta
con su sello personal.

Flamenco en todas sus facetas,
coplas, pasodobles o boleros,
él mismo componía las letras
y si cantando era el primero
además era poeta.

Era un Artista completo,
cantando tenía un Don
del que nunca se supo el secreto,
con solo su guitarra y su voz
ponía el teatro repleto.

En aquellos tiempos de histeria
en una España triste,
de miedo, hambre y miseria
él cantando le saco chiste
 y humor a las cosas serias.

Por eso le aprecio y le adoro,
con su guitarra y sus notas
su voz era un tesoro
y nadie le dio la vuelta a la copla
como lo hizo Emilio "El Moro".

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De su hijo y admiradores

Entrevista realizada a Emilio Jiménez Saugar
(hijo de Emilio El Moro)
Juan Manuel Parada 
programa "El arco del triunfo"

 Lorenzo  "El niño del Moro" y F. Sobrino 
concursan en "El semáforo"
presentado por Jordi Estadella 
ambos admiradores de Emilio "El Moro"

Juan A. Valderrama Caballero
Habla sobre Emilio El Moro
con Carlos Herrera
Manuel Cribaño "El niño de Peñaflor"
Canal Sur Andalucía  Se llama Copla del día 
25-02-2012

Niguel Vergara "El Pibri" 
y el niño de la Aljaima
Niguel Vergara "El Pibri" 
y Emilio Cortés

Niguel Vergara "El Pibri" 
y Emilio Cortés
Manuel Cribaño "El niño de Peñaflor"
-Estepona-
De varias emisoras de radio
Canal Extremadura Radio Los 2 de la Tarde
Onda regional de Murcia La Gramola I

Onda regional de Murcia La Gramola II
Onda Lebrija - Otros caminos

El Túnel del Tiempo
Antología de la Copla

Es Copla en es.radio
La Copla en Radio Arucas

El Túnel del Tiempo especial parodias
Canciones para reír en La radio Latina





Homenaje que sus seguidores preparamos a Emilio "El Moro",
con motivo del 25º aniversario de su fallecimiento.