Estoy muerto de miedo
esperando la salida del avión
que nos llevará, ¡Ay!, a Tortosa.
Cuando por los altavoces
se escucha una bestia que dice así:
"Atención, atención,
que vamos a despegar
el vuelo 502
se nota que ha entrado muy mal.
Atención por favor
siéntense del revés,
que va fallando el motor
y vamos con sólo tres".
Volando, llorando,
que a Tortosa voy, a Tortosa voy.
Temblando y volando,
a Tortosa voy sin ilusión.
"Atención, atención, volamos a 20.000
el vuelo 502 va a llegar a Madrid".
Poco nos falta ya para poder reventar,
la tierra no veo yo
y en medio del ancho mar.
Volando y llorando,
a Tortosa voy, a Tortosa voy.
Llorando y volando,
a Tortosa voy sin la canción.
Y la simpática azafata
nos dice: "Atención, atención...
y dejen ya de fumar,
que hemos perdido un motor
y los otros van a explotar.
Que ustedes lo pasen muy bien,
en nombre del capitán,
que yo me lanzo con él,
porque sabemos nadar".
Gritando y llorando,
en el aire estoy, en el aire estoy.
Llorando y gritando,
y a la tumba voy sin ilusión.
¡Ahhhh!