Un amigo mio

En esta parodia, Emilio demuestra una vez más su ingenio dándole un giro magistral a la letra de la canción del mismo titulo de Manolo "El  Malagueño"

De mi propia mano
lo senté en mi mesa
y le dije a ella
que era amigo mío.

Y mi mujer dijo:
"Si quieres que coma,
déjale tu sitio
que tú ya has comido".

Nunca comprendí
que un tío tan canijo,
tanto se comiera
y hasta que lo viera
con mis propios ojos
no me lo creí.

Un amigo mío
sopa del cocido
garbanzo y pringá.
Y un amigo mío,
en mi propia casa
se vino a hinchar.

Yo no tengo hambre
sino la vergüenza
de no haber comido.

Los que a mí me dejan
igual que a un alambre son,
mi propia esposa
y este amigo mío.

Para que se marchara
yo le abrí la puerta:
"Vete y no te acuerdes
que me llamo Emilio"
y yo vi en sus ojos
la expresión tunante,
del que dos chorizos
se lleva escondidos.

Y anoche lo vi,
con esos colores
del hombre que almuerza
y no tuve ganas
de decirle al hombre
todo lo que sentí.

Vaya amigo mío,
que hasta de mi cena
se llevó el bistec.
Vaya amigo mío,
que migó diez bollos
dentro del café.

Yo no tengo ira
pero hasta el tabaco
que tenía escondido,
"to" se lo fumaron
y "to" me lo mangaron
y fue mi propia esposa
y este amigo mío.

De mi propia mano
lo llevé a mi casa
y le dije a ella
que era amigo mío.

Y mi mujer dijo:
"Siempre hay una copa,
para quien buen amigo
llama mi marido".

Nunca sorprendí
ni un gesto culpable,
ni voz traicionera
y hasta que lo viera
con mis propios ojos
no me lo creí.

Un amigo mío
y a la que en su día
llevé hasta el altar.
Un amigo mío,
en mi propia casa
me vino a robar.

Yo no tengo ira
sino la amargura
de un escalofrío.

Quienes envenenan
de sucia mentira son,
mi propia esposa
y un amigo mío.

Para que se marchara
yo le abrí la puerta:
"Vete y no te acuerdes
ni del nombre mío"
y yo vi en sus ojos
la expresión culpable,
de quien cambia plata
por bronce fundido.

Y anoche la vi,
hecha una pavesa
sin sangre en la cara
para que no llorara
me callé la frase
que le iba a decir.

Un amigo mío
y a la que yo un día,
llevé hasta el altar.
Un amigo mío,
en mi propia casa
me vino a robar.

Yo no tengo ira
sino la amargura
de un escalofrío,
quienes me envenenan
de sucia mentira son,
mi propia esposa
y un amigo mío.

Versión para cancioneros

Parodia
Un amigo mío
Emilio Jiménez Gallego (Emilio "El Moro")

De mi propia mano
lo senté en mi mesa
y le dije a ella
que era amigo mío.
Y mi mujer dijo:
si quieres que coma
déjale tu sitio
que tú ya has comio.

Nunca comprendí
que un tío tan canijo
tanto se comiera,
y hasta que lo viera
con mis propios ojos
no me lo creí.

Un amigo mío
en mi propia casa
se vino a hinchar.
Un amigo mío
sopa de cocido,
garbanzo y pringá

Yo no tengo hambre
sino la vergüenza
de no haber comío.
Los que a mí me dejan
igual que a un alambre son,
mi propia esposa
y este amigo mío.

Pa que se marchara
yo le abrí la puerta
vete y no te acuerdes
que me llamo Emilio.
Y yo vi en sus ojos
la expresión culpable
del que dos chorizos
se lleva escondio.

FIN

  Original
Un amigo mío
D. Naranjo y Murillo

De mi propia mano
 lo llevé a mi casa
 y le dije a ella
 que era amigo mío.
 Y mi mujer dijo:
 "Siempre hay una copa,
 para quien buen amigo
 llama mi marido".

 Nunca sorprendí
 ni un gesto culpable,
 ni voz traicionera
 y hasta que lo viera
 con mis propios ojos
 no me lo creí.

 Un amigo mío
 y a la que en su día
 llevé hasta el altar.
 Un amigo mío,
 en mi propia casa
 me vino a robar.

 Yo no tengo ira
 sino la amargura
 de un escalofrío.
 Quienes envenenan
 de sucia mentira son,
 mi propia esposa
 y un amigo mío.

 Para que se marchara
 yo le abrí la puerta:
 "Vete y no te acuerdes
 ni del nombre mío"
 y yo vi en sus ojos
 la expresión culpable,
 de quien cambia plata
 por bronce fundido.

Y anoche la vi,
 hecha una pavesa
 sin sangre en la cara
 para que no llorara
 me callé la frase
 que le iba a decir.


Estribillo