Trigo limpio

En esta parodia, Emilio mezcla magistralmente dos famosas canciones de la época.
"Le llamaban La Caoba" de Antonio Molina y "Trigo limpio" de Pepe Pinto.


Tralalala lalá lalara,
tralalilo loló loloro,
trolitro, tranvía, trenes,
trolebus, guardia, lata de petroleo,
trompa, trola, loro, ya viene la lora,
y la lira vale menos que el dolar,
lirón lerola.

Ay, te llamaban la Panocha
por tu pelo encarnado,
te llamaban la Panocha,
pero yo no sé lo que te han echado
que ahora eres una brocha,
con cuatro pelos a los lados.



María Manuela, ¿me escuchas?
Yo de vestidos no entiendo
hija de mi alma,
qué quieres que te diga pero,
¿te gusta de veras ese
que te has "ponido"?
Tan largo, tan corto,
tan escaso y tan ceñido,
que a lo mejor por la calle
te se va a ver las costillas.

Te sienta que eres una calcamonía,
pero cámbiate de ropa, mujer,
si es un instante, fíjate,
mientras me tomo el té,
que está muy caliente.

Ponte el del cuello cerrado,
que te está de maravilla,
que te llega tres cuartas
por encima de la rodilla.
Cada vez que te lo pones,
te encuentro tan elegante
que me parece que veo
la trompa de un elefante.

El chumbo que tú me diste, ay ay,
era gordo y colorado,
me lo comí sin pelarlo
y aquí... lo tengo yo atrancado.

Te quiero sucia y peluda,
como yo te conocí,
no tienes que afeitarte
para nadie más que para yo.

Ni tú eres una mora moderna,
ni quiero que lo aparentes,
que yo te prefiero antigua,
y oliendo a perros calientes,
que como triguito sucio
todito el mundo te compare,
que por de fuera y por dentro
y en las patas,
te parezcas a tu padre.

¿Te cambiaste las enaguas?
Pos andando pal teatro,
ya verás con qué envidia
nos contemplan más de nueve.





Y al salir yo te promete
cantarte con sentimiento
lo mismo que te cantaba
cuando vendías pimiento.

Ya no se pin-pin-pinta la cara
la mujer que yo más quiero,
ella ya no se pinta la cara,
huele a colonia barata,
se lava con la toalla
una vez a la semana

Vela, el barco de mis amores
no tiene más que una vela,
remendadita y graciosa
igual que mi María Manuela,
que es morena y muy garbosa.
Es morena y muy garbosa,
y tiene el cutis más fino,
que las hojitas de la rosa.
Se conforma mi niña
con un vestido,
y le basta y le sobra con un marido,
de percal que se vista
¡viva el salero!
es mi María Manuela la reina,
es la reina, mi María Manuela,
del mundo entero.

María Manuela, ¿me escuchas?
Yo de vestidos no entiendo,
pero...
¿te gusta de veras ese
que te estás poniendo?
Tan fino, tan transparente,
tan escaso y tan ceñio,
que a lo mejor por la calle
te vas a morir de frío.


Te sienta que eres un cromo,
pero cámbiate de ropa,
si es un instante, lo justo,
mientras me tomo esta copa.
Te quiero guapa y sencilla,

La rosa que me entregaron
al pie del altar mayor,
lleva las sayas cumplidas
y nadie le ve el color.
Tiene mi María Manuela,
la carita de una rosita
y el olor de primavera.







como yo te conocí,
no tienes que engalanarte,
para nadie, más que para mi.


Ni tu eres mujer moderna
ni quiero que lo aparentes,
que yo te prefiero antigua
que lo antiguo vale siempre,
que como el triguito limpio
que todo el mundo te compare,
que por fuera y por dentro
te parezcas a mi madre.


¿Te cambiaste ya el vestido?
andando, para el teatro,
ya verás tú con qué envidia
nos contemplan más de cuatro:
"¡Vaya un marío con suerte
y una mujer bien plantá,
es una vara de nardos
con la carita lavá!".

Y al salir yo te prometo
cantarte por alegrías,
lo mismo que te cantaba
cuando tú eras novia mía.

Ya no se pinta la cara, señores
la mujer que yo más quiero,
ella ya no se pinta la cara,
huele a tomillo y romero,
se lava con agua clara
que Dios la manda del cielo.

Lere...lere...lere...
lere...lere...lere...ay...........

Te llamaban la caoba
por tu pelo colorado,
te llamaban la caoba,
ahora es blanco marfilado
ya ninguno te da coba,
Ay, mira que el mundo ha cambiado

Versión para cancioneros Año 1954

Parodia
Trigo limpio
Emilio Jiménez Gallego (Emilio "El Moro")

Vía
la barca de mis amores,
no tengo más que una vía,
es porque no tengo otra,
que se apañe con lo que tiene.


La barca que es mi novia.
y muy hermosa tiene
el coti más basto
que el cerro de la panocha.

Se conforma mi niña con cien vestidos,
y no tiene bastante con diez maridos.
De crepé satin que se vista,
¡viva Murriana!
es mi María Manuela
una mona asomada
a la ventana.



¿María Manuela, me escuchas?
Yo de vestidos no entiendo
pero... ¿te gusta ese
que te has ponido?

Tan largo,
tan corto y tan ceñio
que por la calle
se te va a ver las costillas.






El chumbo que tu me distes
era gordo y colorao,
me lo comí sin pelarlo
y tengo los labios hinchaos.







te quiero sucia y peluda
como yo te conocí,
no tienes que afeitarte
pa nadie más que pa mi.

Tu no eres una mora moderna
ni quiero que lo aparentes
porque te prefiero antigua y
oliendo a perros calientes.




















Ya no se pinta la cara
la mora que yo quiere.
Ya no se pinta la cara
huele a tornillo y borrego
 se lava de madrugada
que no María Cristina, que tu no vas al cielo.

Original
Trigo limpio
Quintero/León/Quiroga

Vela,
el barco de mis amores,
no tiene más que una vela,
remendadita y graciosa,
igual que mi María Manuela,
que es morena y muy garbosa.

Es morena y muy garbosa,
y tiene el cutis más fino,
que las hojitas de rosa.


Se conforma mi niña con un vestido,
y le basta y le sobra con un marido,
De percal que se vista,
¡viva el salero!,
es mi María Manuela la reina,
es la reina,
mi María Manuela,
del mundo entero.


María Manuela, ¿me escuchas?
Yo de vestidos no entiendo,
pero… ¿te gusta de veras
ese que te estás poniendo?

Tan fino, tan transparente,
tan escaso y tan ceñido,
que a lo mejor por la calle
te vas a morir de frío.

Te sienta que eres un cromo,
pero cámbiate de ropa,
si es un instante, lo justo
mientras me tomo esta copa.

La rosa que me entregaron,
al pie del altar mayor,
lleva las sayas cumplidas,
y nadie le ve el color


Tiene mi María Manuela,
la carita de una rosita,
y el olor de primavera.


Te quiero guapa y sencilla,
como yo te conocí,
no tienes que engalanarte,
para nadie, más que para mi.

Ni tu eres mujer moderna,
ni quiero que lo aparentes,
que yo te prefiero antigua,
que lo antiguo vale siempre.

Que como el triguito limpio,
que todo el mundo te compare,
que por fuera y por dentro,
te parezcas a mi madre.

¿Te cambiaste ya el vestido?
andando, para el teatro,
ya verás tú con qué envidia
nos contemplan más de cuatro:
“¡Vaya un marío con suerte
y una mujer bien plantá,
es una vara de nardos
con la carita lavá!”.
Y al salir yo te prometo
cantarte con alegrías,
lo mismo que te cantaba
cuando tú eras novia mía.


Ya no se pinta la cara, señores
la mujer que yo más quiero.
Ella ya no se pinta la cara,
huele a tomillo y romero,
se lava con agua clara,
que Dios la manda del cielo.

Versión para cancioneros Años 1964 y 1965

Parodia
Trigo limpio
Emilio Jiménez Gallego (Emilio "El Moro")

Te llamaban la panocha
por tu pelo encarnado
te llamaban la panocha
pero yo no sé lo que te han echao
que ahora eres una brocha
con cuatro pelos al lao.














María Manuela. ¿Me escuchas?
Yo de vestidos no entiendo
pero me gusta de vera
 ese que te has ponido.

Tan largo, tan corto
y tan estrecho
que a lo mejor por la calle,
se te van a ver las costillas.

Te sienta que eres una calcomanía
pero cámbiate de ropa mujer,
 si es un momento
mientras me tomo el té que está muy caliente.

Ponte el del cuello cerrao
que te está de maravilla
y que te llega dos cuartas
por encima de la rodilla.
Cada vez que te lo pones
te encuentro tan elegante
que me parece que veo
la trompa de un elefante.

El chumbo que tú me diste
era gordo y colorao
me lo comí sin pelarlo
y aquí lo tengo atancao.





Te quiero sucia y pelua
como yo te conocí,
no tienes que afeitarte
pa nadie más que pa YO.

Ni tú eres mora moderna
ni quiero que lo aparentes,
que yo te prefiero antigua
y oliendo a perros calientes.






¿Te cambiaste las enaguas?
Pues andando pa el teatro
ya veras con que envidia
nos contemplan más de nueve.





Y al salir yo te prometo
cantarte con sentimiento
lo mismo que te cantaba,
cuando vendías pimientos.

Ya no se pinta la cara
la mujer que yo quería
ella ya no se pinta la cara
huele a colonia barata
y se lava con la toalla
una vez a la semana.

  Original
Trigo limpio
Quintero/León/Quiroga

Vela,
el barco de mis amores,
no tiene más que una vela,
remendadita y graciosa,
igual que mi María Manuela,
que es morena y muy garbosa.

Es morena y muy garbosa,
y tiene el cutis más fino,
que las hojitas de rosa.

Se conforma mi niña con un vestido,
y le basta y le sobra con un marido,
De percal que se vista,
¡viva el salero!,
es mi María Manuela la reina,
es la reina,
mi María Manuela,
del mundo entero.

María Manuela, ¿me escuchas?
Yo de vestidos no entiendo,
pero… ¿te gusta de veras
ese que te estás poniendo?

Tan fino, tan transparente,
tan escaso y tan ceñido,
que a lo mejor por la calle
te vas a morir de frío.

Te sienta que eres un cromo,
pero cámbiate de ropa,
si es un instante, lo justo
mientras me tomo esta copa.










La rosa que me entregaron,
al pie del altar mayor,
lleva las sayas cumplidas,
y nadie le ve el color

Tiene mi María Manuela,
la carita de una rosita,
y el olor de primavera.

Te quiero guapa y sencilla,
como yo te conocí,
no tienes que engalanarte,
para nadie, más que para mi.

Ni tu eres mujer moderna,
ni quiero que lo aparentes,
que yo te prefiero antigua,
que lo antiguo vale siempre.

Que como el triguito limpio,
que todo el mundo te compare,
que por fuera y por dentro,
te parezcas a mi madre.

¿Te cambiaste ya el vestido?
andando, para el teatro,
ya verás tú con qué envidia
nos contemplan más de cuatro:
“¡Vaya un marío con suerte
y una mujer bien plantá,
es una vara de nardos
con la carita lavá!”.

Y al salir yo te prometo
cantarte con alegrías,
lo mismo que te cantaba
cuando tú eras novia mía.

Ya no se pinta la cara, señores
la mujer que yo más quiero.
Ella ya no se pinta la cara,
huele a tomillo y romero,
se lava con agua clara,
que Dios la manda del cielo.