Original
Sortija de oro
Galano
Sortija de oro
lucecita de mi corazón,
la hicieron los moros
reondita pa el rey faraón.
¿Porqué no vienes, ¡ay!
si te he llamao?
Una y mil veces
dijiste que no, que no, que no,
que no, que no, que no
conmigo, no; con otro, sí, ¡cómo no!
Compañero, compañero,
si de camino vas a Granada
con un limón amarillo
te espero en la madrugada.
Clavel que va floreciendo
por la orillita del río,
que no te corte otro beso
que quiere cortarte el mío.
¡Ay, acurrúcate, paloma!
Toda la noche te espero
mirando la blanca luna
por ver si alguna vez cambia
la rueda de mi fortuna.
Ar, dolondrón, que vengas con luna.
Ar, dolondrón no vengas con sol.
Ar, dolondrón no quieras ninguna.
Ar, dolondrón que tú eres mi amor.
Estás consumía,
vida mía de mi garcholí,
y tiés en la boca,
¡ay, mi vida!, abierto un jazmín.
Ni el pan ni el agua,
¡ay! los quió probar;
sólo a tus besos les digo
que sí, que sí, que sí, que sí,
que sí, que sí, los tuyos, sí;
pero otros, no, ¡ay que no!
Compañero, compañero,
desde tus brazos salto a la silla,
que en tu caballo pampero
vas a llevarme a Sevilla.
Si ves la luna brillando
por la orillita del río
dirás que se están besando
tus ojitos y los míos.
¡Ay, acurrúcate, paloma!