Cuando se va por la calle
allá en Sevilla es corriente
de que la gente se ría
de su sombra y de la gente.
Y esta tarde yo en un bar
escuché a dos, alma mía,
de lo que puede pasar,
de lo que puede pasar,
si le dan la autonomía.
Había un borracho tumbado
puesto en la conversación,
se levantó de repente,
se levantó de repente,
y de esta manera cantó:
Ya puede venir lo que venga,
aunque gobierne Nerón.
Ya puede venir lo que venga,
aunque gobierne Nerón,
que queme todo lo que quiera
menos el tinto con sifón.
Que queme todo lo que quiera
menos el tinto con sifón."
Un gitanillo salado
fue y le dijo con salero:
"Sigue en tu sitio tumbado,
sigue en tu sitio tumbado,
y no te metas en jaleos".
Los edificios están quietos,
las grúas están oxidadas,
y los obreros esperan,
y los obreros esperan,
que haya normalidad.
Ya nos lo dijo el abuelo:
"A estudiar y a trabajar".
Ya nos lo dijo el abuelo:
"A estudiar y a trabajar,
que vienen los extranjeros
y de aquí nos echarán,
que vienen los extranjeros
y de aquí nos echarán,
y nunca conseguiremos
que nos entreguen Gibraltar".
