Romance de valentía

Una vez más Emilio nos deleita con esta conocidísima parodia de 1975 del tema de Concha Piquer "Romance de valentía" en la que nos narra las peripecias 
de un singular aspirante a torero

Era muy poco en la vida
tan poco que nada era,
por no tener no tenía
ni vergüenza en la cartera.

Era un triste aficionado
que buscaba la ocasión,
de tragarse de un bocado
más de medio salchichón.

Y echándole valentía
se fue para una vaca blanca,
que estaba recién paría
en campos de Salamanca.

No embistas vaca bonita,
no embistas por caridad,
yo sólo quiero ordeñarte
que nadie lo va a notar.

Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro,
aquí hay un tío con más hambre
que los pavos de Bartolo.

En pisarme no repares
te concedo hasta el perdón,
dame leche por tu padre
porque ya no tengo madre
ni quien me dé Pelargón.

Todas las noches saltaba
sin miedo la talanquera
y en el corral no dejaba
ni un pollo para Nochebuena.

Quizá fuera colorado
el tomate que cogió
y mordiéndole un costado
ni una pipa le dejó.

Pero le salió Matías
que vino con una tranca
y el niño de Andalucía
quedó tieso en Salamanca.

Adiós plaza de Sevilla
ya nunca me habrás de ver,
tengo partidas seis costillas
la tibia y el peroné.

Adiós capote de hule
que fuiste mi compañero
morir en esta pelea
es cosa de buen ratero.

Ya vestido de alamares
no ha de verme la afición
y como este tío no pare
por la gloria de mi madre
que se acaba la función.

Allí quedó entre las matas,
ninguno lo vio caer,
nadie rezó tan siquiera
ni una homilía por él.

Por él ninguna serrana
lloró de luto vestida
y se quedó en Salamanca
con las costillas partidas.

Pero en cambio en Trebujena
no lo paran de buscar,
porque tiene seis condenas
y hay que aplicarle otra pena
por el robo de un collar.

Era muy poco en la vida
tan poco que nada era,
por no tener no tenía
ni madre que lo quisiera.

Era un triste aficionado
que buscaba la ocasión,
de dejar en un cerrado
frente a un toro el corazón.

Romance de valentía
escrito con luna blanca
y gracia de Andalucía
en campos de Salamanca.

Embiste toro bonito,
embiste por caridad
morirme me importa un pito,
pues nadie me iba a llora.

Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro,
aquí hay un niño muy hombre
que esta delante de un toro.

En matarme no repares
te concedo hasta el perdón,
y como no tengo madre,
la Macarena me ampare
si me cuelgas de un pitón.

Todas las noches saltaba
sin miedo la talanquera
y a cara y cruz se jugaba
al toro la vía entera.

Quizá fuera colorado
el bure que lo embistió
y mordiendo su costado
malherido lo dejo.

Romance de valentía
teñido con luna blanca
y sangre de Andalucía
en campos de Salamanca.

Adiós, plaza de Sevilla
ya nunca me habrás de ver,
pisar tu arena amarilla
con tanto que lo soñé,

Adiós capote de seda
que fuiste mi compañero,
morir en esta pelea
es cosa de buen torero.

Ya vestido de alamares
no ha de verme la afición
y como no tengo madre,
la Macarena me ampare
y me de su bendición.

Y allí quedo entre al fiera,
ninguno la vio cae,
nadie rezó tan siquiera
ni un Padre Nuestro por el.

Por el ninguna serrana
lloro de luto vestida,
por el ninguna campana
doblo amaneciendo el día.

Pero en cambio entre azucenas
y entre velas rizadas
en San Gil, la Macarena,
ay, si que lloraba de pena
por la muerte del chaval.