Romance de la otra

Parodia del tema "Romance de la otra" de Concha Piquer

Ya me he vestido de negro,
¡Ay, de negro!
porque tendré que matarte.

Por qué me han puesto encerrado,
¡Ay, Por qué!
si encima había que premiarme.

Cargué con toda tu familia,
con la fiera de tu madre,
me han dejado sin dos pesetas
y sin ropa para mudarme.

Del por qué de este porqué
la gente quiere enterarse,
cuatro guardias me llevaron
y ahora descanso en la cárcel.
Y ahora descanso en la cárcel.

Tú eres la otra, la otra
y a nada tienes derecho,
porque te llega la mugre
desde los pies hasta el pescuezo.

Nunca compraste jabones
ni aprendiste a guisar,
y me alimentas todo el día
con dos papas aliñadas.

Con tal de vivir tranquilo
qué importa que tú te mueras,
prefiero buscarme a otra
sin bigote y sin paperas.

Por qué te partí los labios,
¡Ay los labios!
y no te corté la lengua.

Por qué una noche dijiste,
¡Ay por qué!
que yo era de la otra acera.

El jornal que te ofrecía
ya no es tuyo, compañera,
que ahora se lo doy a otra
que se lava las orejas.

Como fue tu voluntad,
no me vengas con más quejas,
porque te dejo metida
la cabeza entre las rejas,
la cabeza, ay, entre las rejas.

Tú eres la otra, la otra
y a nada tienes derecho,
no quieras cargarme ahora
lo que pasó en el barbecho.

No me des pares y nones
ni me vengas a buscar,
y líjate los talones
que ya no puedes ni andar.

Yo vivo ya más tranquilo,
qué importa que tú te mueras,
si vieras cómo la otra
me alimenta con paella.

Por qué se viste de negro,
¡Ay, de negro!
si no se le ha muerto nadie.

Por qué está siempre encerrada,
¡Ay, Por qué!
como la que está en la cárcel.

Por qué no tiene familia,
ni perrito que le ladre,
ni flores que le diviertan,
ni risa que le he acompañe.

Del por qué de este porqué
la gente quiere enterarse,
cuatros suspiros responden
y no los entiende nadie
y no los entiende nadie.

Yo soy la otra, la otra
y a nada tengo derecho,
por que no llevo un anillo,
con una fecha por dentro.

No tengo ley que me abone,
ni puerta donde llamar,
y me alimento a escondías
con tus besos y tu pan.

Con tal que vivas tranquilo,
que importa que yo me muera,
te quiero siendo la otra
como la que mas te quiera.

Por qué no fueron tus labios,
¡Ay tus labios!
que fueron las malas lenguas.

Las que una noche vinieron,
¡Ay por qué!
a leerme la sentencia.

El nombre que te ofrecía
ya no es tuyo compañera,
de azahares y velo blanco
se viste la que lo lleva.

Como fue tu voluntad,
mi boca no te dio queja,
cumple con lo que has firmado
que yo no valgo la pena,
que yo no valgo la pena.

Yo soy la otra, la otra
y a nada tengo derecho,
por que no llevo un anillo,
con una fecha por dentro.

No tengo ley que me abone,
ni puerta donde llamar,
y me alimento a escondías
con tus besos y tu pan.

Con tal que vivas tranquilo,
que importa que yo me muera,
te quiero siendo la otra
como la que mas te quiera.