Ni se compra

Versión para cancioneros año 1962

Parodia
Ni se compra
Emilio Jiménez Gallego (Emilio "El Moro")

Me ofrecen correr el mundo entero
desde Aranda de Duero
hasta Ciudad Real.
Y a cambio me piden un puchero
de patas de cordero
y carne congelá.

Porque estuve comiendo judías
con morcilla, tocino y lacón
y la Concha, que es vecina mía,
lo vio y en seguida con guasa cantó:

Ni se compra ni se vende
el buen aceite de oliva
ni se compra ni se vende
y aunque nadie lo conciba
hoy vale mucha panoja
el buen aceite de oliva
el buen aceite de oliva
lo cambian por el de soja

El día que tú me conociste,
recuerdo que cogiste
una hermosa tajá.
El susto le diste al dios Baco
y oliste amoníaco
como una condená

Te ofrecieron un viaje a la China,
te cegaste por un chinarrón...,
yo te dije: "Cuidao cebollina,
no vuelvas con granos
que allí hay mucho arroz".

Ni se compra ni se vende
el cariño de la suegra,
ni se compra ni se vende.
Porque nos deja sin blanca
y luego nos trae la negra,
y la sangre nos enciende
ni se compra ni se vende
el cariño de la suegra.

Original
Ni se compra
Monreal

Me ofrecen correr el mundo entero
 honores y dinero
 y amores de verdad.
 Y a cambio me piden un te quiero
y yo me muero, muero
 por no poderlo dar.

 Porque estuve viviendo la vida
 y no supe engañar ni fingir
 y a la gente que amor me pedía
 que amor me pedía, les dije yo así:

 Ni se compra ni se vende
 el cariño verdadero,
 ni se compra ni se vende,
 no hay en el mundo dinero
 para comprar los quereres.
 Que el cariño verdadero,
 que el cariño verdadero
 ni se compra ni se vende.

 El día en que tu me conociste,
 alegre me pusiste
 y yo no sé porqué.
 Si luego te fuiste de mi vida
 dejándome una herida,
 que yo curar no sé.

Te ofrecieron riquezas y honores
 te cegaste lo mismo que yo
 y hoy que quieres comprar mis amores
 tendré que cantarte
 la misma canción:

 Ni se compra ni se vende
 el cariño verdadero,
 ni se compra ni se vende.
 No hay en el mundo dinero
 para comprar los quereres,
 que el cariño verdadero,
 que el cariño verdadero
 ni se compra ni se vende.

Versión para cancioneros año 1965

Parodia
Ni se compra
Emilio Jiménez Gallego (Emilio "El Moro")

Me ofrecen correr el mundo entero
desde Aranda de Duero
hasta Ciudad Real.
Y a cambio me piden un puchero
de patas de cordero
y carne «ongelá.

Porque estuve comiendo judías
con morcilla, tocino y lacón
y la Concha, que es vecina mía,
lo vio y en seguida con guasa cantó:

Ni se compra ni se vende
el buen aceite de oliva
ni se compra ni se vende
y aunque nadie lo conciba
hoy vale mucha panoja
el buen aceite de oliva
el buen aceite de oliva
lo cambian por el de soja

El día que tú me conociste,
recuerdo que cogiste
una hermosa tajá.
El susto le diste al dios Baco
y oliste amoníaco
como una condená

Te ofrecieron un viaje a la China,
te cegaste por un chinarrón...,
yo te dije: "Cuidado Catalina,
no vuelvas con granos
que allí hay mucho arroz".

Ni se compra ni se vende
el cariño de la suegra,
ni se compra ni se vende.
Porque nos deja sin blanca
y luego nos trae la negra,
y la sangre nos enciende
ni se compra ni se vende
el cariño de la suegra.

Original
Ni se compra
Monreal

Me ofrecen correr el mundo entero
 honores y dinero
 y amores de verdad.
 Y a cambio me piden un te quiero
y yo me muero, muero
 por no poderlo dar.

 Porque estuve viviendo la vida
 y no supe engañar ni fingir
 y a la gente que amor me pedía
 que amor me pedía, les dije yo así:

 Ni se compra ni se vende
 el cariño verdadero,
 ni se compra ni se vende,
 no hay en el mundo dinero
 para comprar los quereres.
 Que el cariño verdadero,
 que el cariño verdadero
 ni se compra ni se vende.

 El día en que tu me conociste,
 alegre me pusiste
 y yo no sé porqué.
 Si luego te fuiste de mi vida
 dejándome una herida,
 que yo curar no sé.

Te ofrecieron riquezas y honores
 te cegaste lo mismo que yo
 y hoy que quieres comprar mis amores
 tendré que cantarte
 la misma canción:

 Ni se compra ni se vende
 el cariño verdadero,
 ni se compra ni se vende.
 No hay en el mundo dinero
 para comprar los quereres,
 que el cariño verdadero,
 que el cariño verdadero
 ni se compra ni se vende.