Parodia
Lucecita la tontuela
Emilio Jiménez Gallego (Emilio "El Moro")
La llaman Lucecita
y era en la radio un clamor,
pero nadie a la mocita
su niño reconoció.
Ni suenan las lavadoras
ni hay quien se ponga a coser.
En cuanto llega la hora
solo hay llanto a "to" meter.
Y se limpian los ojos
con los visillos
y hay quien de lagrimones
llena un lebrillo.
Lucecita, Lucecita,
Lucecita, picaruela,
con su cara de tontita
vende un millón de novelas.
Ella está de criadita
y al señorito camela.
Don Enrique la trae frita
del corral a la cancela.
Pero esta criadita,
por Gustavo corre y vuela,
que está loca la mocita
porque tiene Lucecita
más calor que una caldera.
Oculta detrás de un olivo
la niña lo vio llegar,
le dijo "sentrañas mías..."
y ahora está en maternidad.
Y hablando de sus amores
le daba el amanecer
y pensaba Lucecita:
"¡Ay Dios mío, si me ven!"
Y ahora andando,
que andando bajo la luna,
se le caen lagrimones
como aceitunas.
Lucecita, Lucecita,
Lucecita la tontuela
que tienes a media España
sin fregar ni una cazuela.
En cuanto suenan las cuatro
por "toas" las casas te cuelas
y aunque lleguen los ladrones
las mujeres no se enteran.
Por el bosque corre y vuela,
sube y baja la mocita...
y ya está la Lucecita
y ya está la Lucecita
como Pérez de Tudela!
¡Lucecitaaaaa!... ¡Lucecitaaaa!...