La lirio

Parodia del tema "La Lirio" de Concha Piquer

En Cádiz tiene la Bizcocha
un puesto de pescado frito,
y en el puesto hay una niña
"comida" por los mosquitos,
"comida" por los mosquitos.

Lirio le llaman de nombre,
y ese nombre mal le está,
que la niña más que un lirio
es una ortiga pisada.

Y de Cádiz a Almería,
con voz ronca de catarro
canta la marinería:

Ay, la Lirio, la Lirio tiene,
tiene la Lirio una pena,
porque le han puesto a su madre
un bozal y una cadena.

Se dice que tiene un novio,
se dice que tiene dos;
pero la verdad del cuento
es que es más fea que un muerto,
la madre que la parió.

Y a la mar sardinas,
y a la leche agua,
y para "duquitas" madre de mi alma
ahora está lloviendo,
no tengo paraguas.

Un hombre vino de Cuba
que a la Bizcocha ha pagado
cincuenta pesetas rubias
por aquel loro pelado,
por aquel loro mojado.

Dicen que fue Fidel Castro
porque quiere inaugurar
un zoológico en La Habana,
y le falta este ejemplar.

Y de Cádiz a Almería,
corre el novio de la Lirio
dando saltos de alegría:

Ay, ay, ay, la Lirio, la Lirio tiene,
tiene una cara la Lirio
que te la encuentras de noche,
y te quedas como un cirio.

Se dice que mató a un hombre
de un susto que le pegó;
pero la verdad del cuento,
ay, Lirio de mis tormentos,
es que Cádiz ya descansó.

Y a la mar ballenas,
y a los muertos cirios,
-y para alegrarme, madre de mi alma-
saca el whisky, Cheli,
que se fue la Lirio,
saca el whisky, Chili,
que se fue...
¡Que se fue la Lirio!

En Cádiz tiene la Bizcocha
un café de marineros,
y en el café hay una niña
colo de lirio moreno,
color de lirio moreno.

Lirio la llaman por nombre
y ese nombre bien le está,
por un cariño, cariño,
tiene las ojeras moradas.

Y de Cádiz a Almería,
con voz ronca de aguardiente
canta la marinería:

La Lirio, La Lirio tiene,
tiene una pena La Lirio,
y se le han puesto las sienes
moradítas de martirio.

Se dice si es por un hombre,
se dice que si es por dos;
pero la verdad del cuento
¡ay, Señor de los tormentos!,
la saben La Lirio y Dios.

A la mar, madera,
y a la virgen, cirios,
y para "duquitas" madre de mi alma
para "duquitas" negras,
las que tiene La Lirio.

Un hombre vino de Cuba,
y a La Bizcocha ha pagado
cincuenta monedas de oro
por aquel lirio morado,
por aquel lirio morado.

Dicen que fue un bebedizo
de menta y ajonjolí,
que fue una noche de luna,
que fue una tarde de abril.

Y de Cádiz a Almería,
canta el novio de La Lirio
con una voz dolorida:

La Lirio, La Lirio tiene,
tiene una pena La Lirio
y se le han puesto las sienes,
moraditas de martirio.

Se dice si es por un hombre,
se dice que si es por dos;
pero la verdad del cuento
¡ay, Señor de los tormentos!,
la saben La Lirio y Dios.

A la mar, madera,
y a la virgen, cirios,
y para "duquitas" madre de mi alma
para "duquitas" negras,
las que tiene La Lirio.