Ya no suenan las bocinas
de los coches por Madrid,
porque le buscan la ruina
al insensato que toca el pi, pipí.
Las motos van sin sordina,
suenan con detonación,
quemando la gasolina
nos ponen negros como el carbón.
No quieras salir nunca a tu balcón
aunque lo precises,
porque te pondrás igual que un tizón
las mismas narices.
Pisando el pedal de acelerador
todos tan contentos,
fabricando van
humo a discreción
porque todos ya tienen un Seiscientos.
Todos queríamos coche
para poder pasear,
y ahora que ya lo tenemos
nos gusta el metro para viajar.
Por no aguantar los tapones
de tanta circulación,
ni soportar los olores
de los motores, que hay un montón.
Cierra tu balcón, de ventilación
mejor que no abuses,
cierra tu balcón porque no entre el gas
de los autobuses.
Cierra tu balcón, púdrete de olor
de un guiso de rape,
que es mucho mejor para tu pulmón
que el humo explosión
del tubo de escape.