Esa mujercita

Parodia del tema "Esa mujercita" de Manuel Alejandro

Esa mujerona que ves
con el bolso blanco,
esa mujerona que ves
con zapatos negros.

Esa es la mujer
que no quiero y no quiero,
porque ya una vez
me arañó todas mis carnes.

Esa es la mujer
que me dijo: "Te quiero",
cuando la lagarta
quería pescarme.

Esa tía tan grande
que ves con los ojos bizcos,
esa mastodonte que ves
con los pelos tiesos.

Esa es la mujer
que me tiene sin sueño,
porque es la pantera
feroz de su madre.

Esa es la mujer
que yo miro y me muero,
porque ya a mi suegro
dejó para el arrastre.

Ella se invitó
a vivir de mi sueldo,
ella me gritó
la primera palabra.

Ella me enseñó
a que fregara los suelos,
y a que me fuera
a ordeñar la cabra.

Ella me dejó
dos cucharas de lata,
me quitó mi manta
y pasé mucho frío.

Y me dibujó
en las costillas dos tablas,
para que le lavara
la ropa en el río.

Este pobrecito que ves
con el pelo blanco,
este pobrecito que ves
con los ojos tristes.

Es el infeliz
que le dijo: "Sí, quiero",
cuando lo llevaron
atado para casarse.

Ese es el imbécil
que duerme en el suelo,
porque ni en la cama
lo dejan echarse.

Esa tía petarda que ves
con los ojos blancos,
esa tía tan fea que ves
con los dientes negros.

Esa es la mujer
que yo quiero y yo quiero,
ver como se cuelga
de un árbol muy grande.

Esa es la mujer
que yo quiero y yo quiero,
verla en un cohete
que llegue hasta Marte.

Ella me estrelló
en la cabeza una silla,
me llevó corriendo
hasta cerca de Soria.

No creo que una galga
corriera en su vida,
lo que aquella fiera
detrás de mi sombra.

Me enseñó a correr
sin los pies en la tierra,
me enseñó los dientes
con gesto de ira.

Y por qué de día
se ven las estrellas,
si con una piedra
en el coco te endiñan.

Esa mujercita que ves
junto a Pozoblanco,
esa mujercita que busca
de pueblo en pueblo.

Esa es la mujer
que me sigue y me sigue,
porque lo que quiere
es cortarme el pescuezo.

Esa es la mujer
que me sigue y me sigue,
porque lo que quiere
es cortarme el pescuezo.

Larala, lalala, lalala, etc.

Esa mujercita que ves
con el pelo blanco,
esa mujercita que ves
vestida de negro.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo una vez
fui dolor de su carne.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo una vez
fui dolor de su carne.

Esa mujercita
que ves con los ojos tristes,
esa mujercita que ves
con los labios secos.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo he vivido
mezclado en su sangre.

esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo he vivido
mezclado en su sangre.

Ella me invitó
a beber de su cuerpo,
ella me enseño
la primera palabra.

Ella me ayudó
a caminar por el suelo,
y a que fuera
feliz en mi infancia.

Y me regaló
el primer tren de nácar,
y me protegía
del hambre y del frío.

Y me dibujaba
castillos y hadas,
y árboles muy grandes
al lado de un río.

Esa mujercita que ves
con el pelo blanco,
esa mujercita que ves
vestida de negro.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo una vez
fui dolor de su carne.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo una vez
fui dolor de su carne.

Esa mujercita que ves
con los ojos tristes,
esa mujercita que ves
con los labios secos.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo he vivido
mezclado en su sangre.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo he vivido
mezclado en su sangre.

Me enseñó a rezar
con palabras sencillas,
me indicó el camino
que lleva a la Gloria.

Y lo malo y bueno
que existe en la vida,
para que jamás
me apresara la sombra.

Me enseñó a pensar
con los pies en la tierra,
me explicó el por qué
del amor y la ira.

Y por qué en el cielo
se ven las estrellas,
y por qué en la tierra
los hombres se envidian.

Esa mujercita que ves
con el pelo blanco,
esa mujercita que ves
vestida de negro.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo una vez
fui dolor de su carne.

Esa es la mujer
que más quiero y más quiero,
porque yo he vivido
mezclado en su sangre.