Parodia del famoso "Antonio Vargas Heredia" de Imperio argentina.
Tenemos dos versiones distintas del mismo tema
y su actuación en la película "El cipote de Archidona"
y su actuación en la película "El cipote de Archidona"
Con un ladrillazo
sangrando en la boca
y con su chivata
de pino en la mano,
a darse un bañito
por el río iba,
don Antonio Vargas
en traje de baño.
Entre higos chumbos
la luna lunera,
alumbraba menos
que te alumbra un gas,
y cuando el gitano
a sentarse iba,
se llenó de espinas
la parte de atrás.
De Londres hasta Lucena,
de Loja a Benamejí.
De Londres hasta Lucena,
de Loja a Benamejí,
las comadres
de Sierra Morena,
se mueren de asco
al verte venir.
Era Antonio Vargas
Heredia, el gitano
el tío más pachocho
y el más derrotado
y en todas las tascas
de Sierra Morena,
todo lo que bebía
dejaba fiado
Pero por culpita
de una mora alemana,
de cerveza en Loja
dicen que se hartó.
Cuarenta guantazos
nublaron sus ojos
y preso en la trena
la turca durmió.
De Ceuta hasta Alhucema,
de Larache a Benamejí,
Las moritas de Checoslovaquia
se mueren de pena
llorando por ti.
Con un clavel grana
sangrando en la boca,
con una varita
de mimbre en la mano,
por una vereda
que llega hasta el río,
iba Antonio Vargas
Heredia, el gitano.
Entre los naranjos
la luna lunera,
ponía en su frente
su luz de azahar,
y cuando apuntaban
las claras del día,
llevaba reflejos
del verde olivar,
del verde olivar.
Antonio Vargas Heredia,
flor de la raza calé,
cayó el mimbre de tu mano
y de tu boca el clavel,
Y de tu boca el clavel.
De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí.
De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí,
las mocitas
de Sierra Morena,
se mueren de pena
llorando por ti.
Antonio Vargas Heredia,
se mueren de pena
llorando por ti.
Era Antonio Vargas
Heredia, el gitano
el más arrogante
y el mejor plantado
y por los contornos
de Sierra Morena,
no lo hubo más bueno,
más guapo y honrado.
Pero por culpita
de una hembra gitana,
su faca en el pecho
de un hombre se hundió.
Los celos malditos
nublaron sus ojos
y preso en la trena
de rabia lloró,
de rabia lloró.
Antonio Vargas Heredia,
flor de la raza calé,
cayó el mimbre de tu mano
y de tu boca el clavel
y de tu boca el clavel.
De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí.
De Puente Genil a Lucena,
de Loja a Benamejí,
las mocitas de Sierra Morena
se mueren de pena
llorando por ti.
Antonio Vargas Heredia,
se mueren de pena
llorando por ti.
Con un ladrillazo
sangrando en la boca
y con su chivata
de pino en la mano
a darse un bañito
por el río iba,
don Antonio Vargas
en traje de baño.
Entre higos y chumbos
la luna lunera
alumbraba menos
que te alumbra un gas
y cuando el gitano
a sentarse iba
se llenó de espinas
la parte de atrás
Antonio Vargas Heredia
flor de la raza calé,
tu tienes lleno de espinas
un sitio que no se ve
un sitio que no se ve
De Londres hasta Lucena
de Hamburgo a Benamejí
las moritas de Sierra Morena
se mueren de asco al verte venir
Era Antonio Vargas
Heredia el gitano
el tío más fachoso
y el más derrotado
y en todas las tascas
de Sierra Morena
to lo que bebía
dejaba fiado
Pero por culpita de
una mora alemana
de cerveza en Loja
dicen que se hartó.
Cuarenta guantazos
nublaron sus ojos
y preso en la trena
la turca durmió.
Antonio Vargas Heredia
¿qué?
flor de la raza calé
te han dado con la chivata
en medio del peroné
en medio del peroné.
de Ceuta hasta Lucena
de Larache a Benamejí
las moritas de Checoslovaquia
se mueren de pena
llorando por ti.
Con un ladrillazo
sangrando por boca
y con su chivata
de pino en la mano,
a darse un bañito
por el río iba,
el señor Antonio Bragas
Heredia, el gitano.
Entre higos chumbos
la luna lunera,
alumbraba menos
que te alumbra un gas,
y cuando el gitano
a sentarse iba,
se llenó de espinas
la parte de atrás.
Antonio Bragas Heredia,
flor de la raza calé,
tú tienes lleno de espinas
y un sitio que no se ve,
y un sitio que no se ve.
Era el señor Antonio Bragas
Heredia, el gitano
el tío más pachocho
y el más derrotado
y en todas las tascas
de Sierra Morena
todo lo que bebía
dejaba fiado.
Pero por culpita
de una mora alemana
de cerveza en Loja
dicen que se hartó.
Cuarenta guantazos
nublaron sus vista
y preso en la trena
la tuerca durmió.
las moritas de Checoslovaquia
se mueren de pena
llorando por ti.
Versión para cancioneros